domingo, 3 de noviembre de 2013

3. The church of Jesus Christ of latter-day Saints. Los mormones

Habíamos subido más de 1000 metros de desnivel en más de 100 km aquel día de julio cuando llegamos a Columbia Icefields, Canadá. Estábamos en el parque nacional de Jasper y el sol había iniciado ya su lento y celebrado descenso. Era hora de buscar un refugio donde pasar la noche. Pero no tuvimos tiempo ni de ponernos a buscar. Los Widmer y los Spurlock se nos acercaron atraídos por las bicicletas. Nos habían visto subiendo las rampas más duras y nuestro ritmo a cámara lenta les debió enternecer. Está claro que sintieron una mezcla de pena y admiración que se tradujo en una propuesta imposible de rechazar. Con una amabilidad fuera de lo normal nos invitaron a meter nuestra tienda entre sus dos motorhomes, "protegidos de los rangers", y a compartir con ellos su cena. Cerveza no nos ofrecían por que eran "mormones", nos dijeron. Nosotros reímos, pensando que era un buen chiste pero luego entendimos. "Nuestras caravanas son aquellas que están en la esquina, las que tienen matrícula de Utah". No era una broma, eran mormones de verdad. A la hora del desayuno no nos ofrecieron café porque "los mormones no bebemos café". Nos dimos cuenta que no sabíamos absolutamente nada de su religión así que nos pusimos como objetivo leer y aprender sobre el mormonismo antes de llegar a Utah. Simpáticos, generosos, divertidos, devotos, felices, coherentes, estas dos familias mormonas destruyeron de un plumazo nuestros estúpidos prejuicios que la ignorancia provoca. 



Para un ateo la historia de la creación de la Iglesia Mormona (su nombre oficial es el de "Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días") es un auténtico disparate. Como lo son las historias de las creaciones del resto de las religiones: historias fantásticas de dioses, milagros, personajes buenos, personajes malos, paraísos e infiernos. Todas las religiones tienen en común que los buenos son premiados y los malos, castigados. Quiénes son los malos? Aquellos que no piensan como ellos, evidentemente. Y para ello todas se sirven del mejor instrumento jamás inventado: el miedo. Pero para un devoto estas historias son ciertas y reales. Pueden no ser científicas y pueden ser difícil de creer, pero para ellos estas historias son el clavo al que agarrarse cuando las cosas no funcionan como esperan. La fe les da paz y a muchos, la paz les da felicidad. De todas las religiones que nos hemos encontrado en nuestro camino creemos que el mormonismo es la que más felicidad provoca entre sus seguidores. Que esa felicidad sea real o solo de puertas afuera, es la gran pregunta con la que nos vamos de los dominios de Mormon. Es la pregunta del millón.

Aunque nos gustaría, no vamos a extendernos sobre la historia de la creación de esta religión. Pero a modo de curiosidad vamos a resumirla muy brevemente. La iglesia mormona fue fundada por Joseph Smith en los Estados Unidos, en 1830. Joseph Smith fue un personaje atípico, de un carisma sobrenatural y una verborrea ilimitadas. Los mormones se enfadarán si digo que antes de aparecérsele el ángel Moroni, Joseph fue acusado y juzgado por estafa por unos turbios negocios que tenía buscando tesoros con un detector de metales (tema tabú para los mormones, claro). Pero eso fue un hecho real en su vida. Y dicho esto que la gente ate cabos.
Frustrado porque ninguna religión le satisfacía, en 1827 (a la edad de 21) se le apareció el ángel Moroni diciéndole que Dios le ordenaba que fuera a un monte tal día a tal hora porque iba a encontrar unas planchas grabadas en oro en un idioma inteligible. Smith debía recogerlas, no enseñárselas a nadie y traducirlas al inglés ayudándose de una gafas mágicas que encontraría junto a las planchas. Tras muchas dificultades el libro fue finalmente traducido y bautizado como el "Libro de Mormon" (de ahí el nombre de mormones, porque siguen el Libro de Mormon). Cuando terminó la traducción el ángel Moroni volvió y se llevó las planchas de oro, llevándose consigo la prueba de su veracidad. Joseph renió 11 testigos que juraron por escrito haber visto las planchas, todos ellos familiares y amigos íntimos de Smith. Tres de ellos, años m
ás tarde, se detractaron y abandonaron el mormonismo. Los mormones se declaran ante todo seguidores de Jesucristo. El Libro de Mormon explica de forma fantástica la historia de Norte América y su otra versión del antiguo testamento. Según ellos Jesucristo después de ser crucificado viajó en barco a Estados Unidos y predicó allí. Las ideas y verborrea de Smith no fueron, sin embargo, bien recibidas por sus compatriotas. Se derramó mucha sangre, especialmente del bando mormón. Por este motivo, los primeros mormones tuvieron que mudarse de estado en estado porque siempre acaban expulsados y perseguidos. Mientras tanto Joseph Smith se convirtió en un semidiós que hacía y deshacía a su antojo. Se hizo polígamo aunque lo escondió públicamente porque incluso entre su gente era algo muy mal visto y perverso. Claro, tampoco ayudaría que sintiera especial debilidad por las niñas de 14 años... Y es que tenía permiso de Dios. Todo lo que hacia lo justificaba diciendo que Dios se lo ordenaba mediante conversaciones privadas que el llamaba revelaciones. Las revelaciones divinas son otro pilar del mormonismo. En fin, que mucha gente estaba harta y escandalizada de los haceres del profeta Smith y un día de junio de 1844 él y su hermano fueron apaleados hasta la muerte por una multitud enfurecida. Los mormones, huérfanos y sin pastor, nombraron a Brigham Young como nuevo profeta y fue él quien inició la fabulosa y épica emigración masiva hacia los territorios deshabitados del oeste. El 24 de julio de 1847 llegaron a Salt Lake donde decidieron establecerse finalmente. Ese día es el mas importante de Utah y es conocido como el "Pioneer day". Sin vecinos que les molestaran (aparte de los indios nativos, claro), los mormones encontraron allí su paraíso. Desde Salt Lake City, se expandieron hacia el sur. En los años sucesivos la iglesia sufrió varias escisiones pero el grueso permaneció fiel a Brigham Young, quien tuvo un poder ilimitado durante más de 30 años. El tema de la poligamia fue un verdadero caballo de batalla entre el gobierno de Washington y los mormones e incluso se llegó a las armas. Finalmente Washington se impuso y los mormones, para salvar su iglesia y sus bienes debieron renunciar a la poligamia. Los que se negaron a acatar las leyes de Washington (ellos solo acataban las leyes de Dios y Dios permitía la poligamia) fundaron la iglesia fundamentalista mormona y vivieron en la clandestinidad o huyeron principalmente a Méjico. Hoy en día aún existen polígamos mormones, aunque son una gran minoría. Brigham Young murió en 1877 dejando nada menos que 27 viudas y 56 hijos. Actualmente se estima que hay unos 15 millones de mormones en el mundo y el número crece a pasos agigantados.

Toda la increíble historia de la creación de la religión, la minoría fundamentalista y sus enfermas perversiones, la poligamia, etc, están magistralmente escritas en el libro de Jon Krakauer titulado "Obedeceré a Dios: Los mormones y el fanatismo religioso" (Under the banner of heaven). Un libro muy odiado en Utah pero en nuestra opinión, absolutamente objetivo. El libro habla de hechos, no de opiniones.

Los mormones esperan la llegada del segundo mesías. Se consideran el pueblo elegido porque solo ellos se salvarán del apocalipsis que traerá consigo el mesías. Por ello, y siempre "por si acaso" los mormones almacenan en sus despensas ingentes cantidades de alimentos con los que sobrevivir al menos un año, como por ejemplo latas, sacos de trigo, leche en polvo, azúcar, cereales, etc. Casi todos los varones (durante 24 meses) y las mujeres (durante 18) salen como misioneros a predicar el Libro de Mormon. Normalmente lo hacen cuando son muy jóvenes (18-20 años) aunque también lo hacen cuando ya están retirados de su vida profesional. Estos son los más devotos. La iglesia les comunica poco antes de su partida el destino de su misión y para las familias moromonas es uno de los acontecimientos más importantes de sus vidas. Se les iluminan los ojos de tal forma cuando hablan de ello que sentimos una verdadera compasión cuando pensamos en cómo serán tratados muchos de ellos. A 
partir de ahora nosotros mismos ya no veremos igual a estas parejas de jóvenes vestidos iguales y con la plaquita colgada en el bolsillo de sus camisas. Las familias se pagan de sus bolsillos estas misiones, lo cual nos parece increíble teniendo en cuenta que la gran mayoría de mormones dona el 10% de sus sueldos a la iglesia... Afirman orgullosos que sus pastores y obispos no cobran por ello, "a diferencia de los católicos". Pero lo que más nos ha llamado la atención es el trato que le dan a la familia. Todas las paredes de las casas donde hemos sido alojados, son un museo parlante de LA familia. Es el otro gran pilar del mormonismo. Todas las fotos reflejan familias felices y sonrisas perfectas. En Utah se estima que solo el 30% de la poblacion sea mormona aunque en los pueblos y por ejemplo, Provo, el porcentaje pueda llegar al 90%. Las calles de Provo están llenas de mujeres jovencísimas empujando carritos con bebés.

Hemos conocido todo tipo de mormones. Algunos pocos nos veían como simples objetos a convertir pero la mayoría nos ha respetado. Entre esta mayoría si hay algo en común es que todos ellos, con nosotros, han sido grandes personas, generosos y sobretodo, coherentes con sus ideas religiosas. Y solo por eso merecen nuestro más profundo respeto. 

Foto de Heather Spurlock. Frente al glaciar de Columbia empezó nuestra amistad con los Widmer y los Spurlock, todo un ejemplo de buena gente
Los mormones son devotos seguidores de las enseñanzas de Jesús. Según ellos Jesús predicó por Estados Unidos después de ser crucificado...
Recién llegados del Congo este pastor y su mujer llevaron a cabo un ataque masivo y sin contemplaciones para salvar las ánimas del pelotón de Cyclotherapy. Con el Libro de Mormon, "nuestro camino hasta Argentina será un camino de rosas", nos dicen. La gran pregunta es: si les dejan una semana al pastor y a Aitor encerrados en una habitación, quién convertirá a quién?
Todos los templos mormones tienen en los más alto al ángel con la trompeta con la que avisará al mundo de la llegada del segundo mesías y por ende, del fin del mundo
Temple Square, Salt Lake City, el "Vaticano" mormón
Solo su increíble determinación y su fe ciega hicieron posible sus asentamientos en el sur de Utah

Sieg ordeñando su cabra. Los mormones tienen fama de ser muy perseverantes y trabajadores. Y lo tuvieron que ser cuando llegaron a Utah a mediados del siglo XIX...
Templo mormón de Brigham City.  La bandera estadounidense ondea por doquier en Utah. Utah es el feudo republicano por excelencia.
La familia es el pilar básico sobre el que se asientan los "Santos de los últimos días". Utah tiene el ratio de crecimiento más alto de los Estados Unidos (gana por goleada al segundo) y es que la típica familia mormona no tiene nunca menos de 4 hijos. La foto distorsionada (por respeto a su privacidad) es el claro ejemplo de una devota familia mormona: 2 abuelos, 8 hijos, 34 nietos....y subiendo
Mormon Tabernacle Choir, Temple square, Salt Lake City. Todos los domingos a las 9 de la mañana este espectacular tabarnáculo se llena para escuchar a la orquesta y coros mormones. Los conciertos son retransmitidos a todo el mundo en directo.

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